El triskell es una figura celta que se representa por 3 circulos, se usa como proteccion, asi como el mjollnir del dios Thor, osea como un colgante.
Tambien los 3 circulos representan la fuerza, sabiduria y el amor, el pasado, el presente y el futuro.
La palabra viene del bretón (tri=tres askell=alas) y los brazos pueden girar hacia la izquierda o hacia la derecha, sin que por ello tengamos que asociarlo a fuerzas maléficas. De echo podemos encontrar numerosos ejemplos de triskeles destrógiros y siniestrógiros en el Libro de Kells, en Los Evangelios de Lindisfarne, en las cruces pictas de Escocia o en el arte popular asturiano. Su significado, cuando no es puramente decorativo, es la representación del sol y suele atribuírsele un poder profiláctico contra el mal de ojo, las brujas…
Si bien, ciertas disciplinas esotéricas modernas (desde el siglo XIX) han vinculado el giro contra las agujas del reloj con el mal, de ahí saca la svástica nazi su orientación, ya que Hitler era un gran aficionado al ocultismo y contaba con toda una camarilla de astrólogos, adivinos y videntes a su servicio (los jerarcas nazis practicaban pintorescos rituales neopaganos, inspirados en las mitologías germano-escandinavas y muchos de los símbolos de la parafernalia nazi provienen del alfabeto rúnico escandinavo).
Hay muchos tipos de Triskel, algunos formados por 3 espirales que acaban uniendose al final en un circulo exterior que las contiene. Hay otros que son 3 aspas que nacen de un punto comun y acaban rematadas por pequeñas esferas cada una, que pueden o no estar unidas a un circulo que las rodea.
Pero lo que podemos observar es una cosa que se repite siempre, el punto de origen o centro vital de la existencia. El número 3 que representa los 3 caminos evolutivos del ser humano: Cuerpo, mente y alma.
El triskell, como el tetraskell, o espirales de múltiples brazos, simbolizan lo mismo, se tratan de símbolos solares, bien representados, por ejemplo, en el arte asturiano que duró hasta hace poco, donde tanto paneras como hórreos se adornaban con este tipo de simbología, (tiskeles, tetraskeles, exaskeles, rosetones…), heredado del prerrománico asturiano y este del arte prerromano, en presencia en algunas estelas gigantes (como la de Duesos en Carbia, Asturias). Este tipo de simbolos solares son frecuentes en toda europa.
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